Sigue el mal tiempo y tras el fuerte temporal de viento un gran número de gaviotas tridáctilas se ven forzadas a internarse tierra adentro. No es su medio y muchas, debilitadas, apenas pueden levantarse de la nieve.
Comienza el año y nos depara una sorpresa. El invierno es crudo, las nevadas copiosas pero esto no parece importarle al ave barbada. El celo comienza, sin embargo costará sacar adelante a la descendencia...